"El aumento del precio de ciertas sustancias no se relaciona directamente con el incremento en el índice de actos delictivos de los adolescentes", sostiene Viviana Juárez, directora terapéutica de Ariadna, una ONG que desde hace varios años trabaja en la prevención y asistencia de las adicciones.
La especialista señala que el contexto social, familiar, económico y político incide directamente en los índices de inseguridad. "Hay una lectura desde lo social donde se instala la directa relación entre la persona que consume sustancias y los actos delictivos", apunta.
"El consumidor de sustancias psicoactivas se vincula, a partir de su consumo, con redes vinculadas a la venta de sustancias ilegales lo que lo posiciona también dentro de un acto ilegal, la ley así lo indica. Pero el consumidor de sustancias se ubica en todos los sectores sociales, la variable que ponemos en la mesa es que solamente de los excluidos, los pobres, es de quienes se espera que cometan actos delictivos. La condena social ve relacionada más que nada con los actos delictivos cometidos por adolescentes que afectan la propiedad y la vida de las personas", opina.
Según aclara la experta, en Tucumán hay una mayoría de politoxicómanos. "Consumen más de una sustancia por vez, lo que produce una mezcla de sensaciones y efectos psíquicos y físicos que en muchas ocasiones se traducen en la consecución de actos delictivos. Por otro lado, el consumo de pasta base o 'paco' excluye aún más del sistema al consumidor. Todo es consecuencia directa de un paisaje social cuyas características son: el deterioro del lazo social, la fragmentación, la ausencia de proyectos de vida y la falta de oportunidades laborales. La violencia que genera 'el no pertenecer' hace que se responda con más violencia", concluye.
La especialista señala que el contexto social, familiar, económico y político incide directamente en los índices de inseguridad. "Hay una lectura desde lo social donde se instala la directa relación entre la persona que consume sustancias y los actos delictivos", apunta.
"El consumidor de sustancias psicoactivas se vincula, a partir de su consumo, con redes vinculadas a la venta de sustancias ilegales lo que lo posiciona también dentro de un acto ilegal, la ley así lo indica. Pero el consumidor de sustancias se ubica en todos los sectores sociales, la variable que ponemos en la mesa es que solamente de los excluidos, los pobres, es de quienes se espera que cometan actos delictivos. La condena social ve relacionada más que nada con los actos delictivos cometidos por adolescentes que afectan la propiedad y la vida de las personas", opina.
Según aclara la experta, en Tucumán hay una mayoría de politoxicómanos. "Consumen más de una sustancia por vez, lo que produce una mezcla de sensaciones y efectos psíquicos y físicos que en muchas ocasiones se traducen en la consecución de actos delictivos. Por otro lado, el consumo de pasta base o 'paco' excluye aún más del sistema al consumidor. Todo es consecuencia directa de un paisaje social cuyas características son: el deterioro del lazo social, la fragmentación, la ausencia de proyectos de vida y la falta de oportunidades laborales. La violencia que genera 'el no pertenecer' hace que se responda con más violencia", concluye.